Todos los montevideanos quienes tienen algunos años sobre las espaldas, recuerdan épocas, décadas atrás,en que se podían ver policías recorriendo las calles de esta ciudad, concretando un eficaz patrullaje preventivo, que impedía que los delincuentes, que además eran muchos menos, pudieran concretar fácilmente sus intenciones de robo. Ahora que el robar se ha tornado una actividad laboral más y que los ciudadanos nos vemos indefensos frente a estos apropiadores, la policía no se ve en las calles ni dibujada. Algún día el Ministro Eduardo Bonomi se acordará de quienes pagamos los impuestos ? Pero ahora además se afecta a los turistas de manera totalmente impune en pleno Montevideo y al parecer la policía aún no se ha enterado. Hasta cuando ?
Francisco y su esposa Mónica llegaron el miércoles al mediodía en el barco de Buquebus al Puerto de Montevideo.
El matrimonio narró al diario El País lo que pasaron el miércoles mientras esperaban cambiar la rueda trasera derecha, cortada por los delincuentes. El costo de la cubierta es de 700 dólares, pero fue lo que menos le preocupó a los dos visitantes.
'Estamos muy indignados. Hace muchos años que venimos y nunca nos pasó nada. Ahora esto. Estoy muy preocupada porque en la mayoría de las veces viajo sola. Por suerte estaba mi marido que reaccionó y se bajó a encararlos. Pero, ¿qué me puede pasar a mí si viajo sola?', dijo Mónica.
El hermano de Francisco hace 15 días sufrió un robo similar pero sobre la avenida Giannattasio cuando transitaba en su camioneta Honda hacia Punta del Este.
'Mi hermano venía en su camioneta cuando notó que había pinchado la cubierta trasera derecha. Él no sabe dónde se la cortaron. El siguió por la rambla y paró en una calle hacia adentro de la ruta. Ahí apareció un muchacho que de un manotazo le llevó los documentos, carteras y otras cosas que tenían en el asiento trasero', contó Francisco.
El caso ocurrió el pasado miércoles a partir de su desembarco en el Puerto de Montevideo. Pocos minutos después de haber cumplido con los tramites migratorios y aduaneros, el matrimonio salió en su moderna camioneta Mercedes Benz, con apenas 300 kilómetros de recorrido, recién sacada de la concesionaria.
Luego de salir por la calle Yacaré, Francisco dobló hacia la derecha y tomó la rambla portuaria para dirigirse a su apartamento en Punta del Este.
A la altura de la playa Buceo, al conductor de la camioneta le pareció raro la actitud de un motonetista que se puso delante y no lo dejaba pasar.
Al llegar a uno de los semáforos de esa zona de la rambla la moto se paró por delante al tiempo que un automóvil se le acercó por el lado derecho. Lo ocurrido con su hermano disparó la atención tanto de Francisco, como de su esposa a quienes todo le pareció raro apenas bajaron del barco que los trajo de Buenos Aires.
Mónica observó por el espejo retrovisor de su lado que el conductor del automóvil cortaba con una cuchilla la rueda trasera de la camioneta Mercedes Benz.
'Como nosotros sabíamos que había pasado esto a mi hermano veníamos muy atentos. En una de esas en la zona de Buceo paramos en un semáforo. Delante se paró una moto como para que yo no pudiera salir. Del lado derecho paró un automóvil. De ese auto bajó un tipo que empezó a cortar la cubierta. Mi mujer reaccionó y le dijo de todo. Yo me bajé y no vi nada porque tanto el tipo de la moto como el del auto que me cortó la cubierta salieron rajando. Ahí me di cuenta que me habían cortado la goma', explicó Francisco.
Tanto el motonetista como el automóvil huyeron del lugar al generarse el revuelo armado por Francisco y Mónica en medio de la indiferencia de otros conductores que se encontraban en el semáforos.
'Es un lugar público y sucedió en la mañana en medio de la rambla de Montevideo. El conductor del automóvil que estaba detrás mio no dijo nada. Ni se inmutó. La gente no se mete y se ve que no quiere lío. La señora del peaje me dijo que ahí estaba la gendarmería (Policía Caminera), pero me desanimó cuando me dijo que no valía la pena denunciar el hecho si no tenía los datos de la moto y del auto que me interceptaron', enfatizó Francisco.
Luego de transitar algunos kilómetros, lograron llegar a una estación de servicio donde los gomeros le aplicaron un arreglo de emergencia a la rueda de la camioneta. Con ese arreglo llegaron a una de las principales gomerías de Maldonado donde fueron atendidos por el dueño del comercio.
'No vimos un policía, no vimos un patrullero. Nadie nos informó nada. Hay una estación de servicio que está del lado de la playa, pero no pudieron ayudarnos. Nos dijeron que nunca se ve un policía y no nos dijeron cómo podíamos llamar a la Policía. Por suerte pudimos llegar a una estación de Esso donde hay una gomería. El señor nos dijo: `no se hagan problema. No son los únicos. Esto le pasó a varios`. Ahí nos arreglaron la cubierta y pudimos seguir el viaje. La Policía debería poner patrulleros que controlen la ruta cuando llega el barco desde Buenos Aires. Así se evitaría este tipo de incidentes que, por lo que veo, se registra muy a menudo. Me tocó a mí y le tocó a mi hermano. Demasiada coincidencia', agregó el visitante argentino.
El propietario de la gomería fernandina dijo a El País que en menos de un año alrededor de cuarenta argentinos llegaron al lugar con la rueda cortada por delincuentes.
'Siempre es lo mismo, cortan la cubierta trasera derecha. En muchos casos fueron robados. En otros no. Algo hay que hacer porque esto está perjudicando y mucho a la imagen de Punta del Este', explicó el comerciante.
Un alerta tuitero
'Si van manejando y pinchan no frenen hasta llegar a una Estación de servicio. Ayer me robaron a las 12 del mediodía en pleno Carrasco después de haberme tajeado la rueda en el semáforo del Hotel Carrasco. Aparentemente es una nueva táctica y ¡no soy la primera en caer! ¡Compartan entre amigos así estamos todos mas atentos!', tuiteó Margarita Villar el viernes.
Hasta cuando Ministro Bonomi ?
No hay comentarios:
Publicar un comentario