Desde la recuperación de la democracia, el Poder Legislativo ha renegado de la mayoría de los cambios tecnológicos por un excesivo y burocrático apego a lo tradicional. Como que cuesta actualizar las mentes a los tiempos actuales. Pero las cosas están cambiando con el presidente de turno por este año 2011, una persona joven y actualizada.
La informatización de los despachos llevó años, la conversión de millones de hojas que se gastan en repartidos, comunicados y leyes impresas a medios electrónicos aún es inviable; más de una vez fracasó estrepitosa e insólitamente la votación electrónica. Y proyectos para la televisación de las sesiones naufragaron ya dos veces.
Sin embargo ahora, la ciudadanía podrá ver cómo trabajan sus representantes y hacer aporte o críticas mediante las redes sociales.
El presidente de la Cámara de Representantes, Dr. Luis Lacalle Pou (Partido Nacional), está decidido a llevar adelante la medida contra viento y marea. No hizo consultas a los demás partidos, sino que se limitó a informarles sobre sus planes.
La idea surgió cuando Lacalle Pou comenzó a pensar iniciativas que marcaran su paso de un año por la presidencia de la Cámara. Este proyecto, además, fortalece la democracia y las relaciones entre el ciudadano y el gobernante, consideró el dirigente nacionalista
La gente "nos paga el sueldo todos los meses para gobernar. Con este mecanismo el ciudadano podrá saber exactamente qué estamos haciendo, en tiempo real, si asistimos a las sesiones, si hablamos o no, si decimos lo mismo en la Cámara que en la campaña electoral", precisó.
Según Lacalle Pou la razón por la cual se televisarán las sesiones legislativas no responde tanto a una necesidad de contrarrestar el desinterés de la ciudadanía en la actividad parlamentaria, sino a mostrar el trabajo tal como es.
"Antes la gente tenía tiempo para presenciar las sesiones desde las barras. Ahora, con la vida vertiginosa, no puede hacerlo. Por eso, cuando haya un tema que interese masivamente como fue, por ejemplo, la propuesta sobre la ley de Caducidad, va a haber mucha gente mirando la televisión", consideró.
Lacalle Pou admitió que también puede haber "algo" de desinterés en la opinión pública respecto a la actividad legislativa.
"La idea nuestra, de todos modos, no se lanza luego de analizar por qué no va la gente a las barras, sino que queremos darle la posibilidad a la gente que conozca cómo funciona el Parlamento", indicó.
El sistema ya camina. La Cámara está en proceso de adquisición de los equipamientos que serán operados por funcionarios del propio Poder Legislativo, especialmente entrenados por el proveedor de los materiales.
Por razones de urgencia, amparado en una disposición del Tocaf, Lacalle Pou optó por hacer compra directa de los implementos necesarios para poner en marcha la televisación.
Se comprarán cuatro cámaras de alta calidad, una de ellas robótica, máquinas para editar y para controlar el funcionamiento de las cámaras, elementos para el sonido, etc.
La señal original se podrá bajar por Internet desde la página web del Poder Legislativo. Pero también la emisión será enviada a la central Aguada de Antel para que la puedan utilizar los canales de televisión abierta y las empresas de televisión para abonados de todo el país.
Como parte de este proceso de masificación de la actividad del Parlamento, Lacalle Pou instrumentará a continuación el uso de las redes sociales Twitter y Facebook para que los legisladores puedan recibir inquietudes directas de los ciudadanos e intercambiar con ellos puntos de vista, propuestas, comentarios.
El sistema perdurará más allá de la gestión del nacionalista en la presidencia.
Ya hay un pedido formal al Ministerio de Economía y Finanzas para la exoneración del pago de tributos, de lo cual dependerá el costo total del programa. Será de alrededor de US$ 150.000, estimó el presidente del cuerpo.
"Por otro lado hay proyectos para ahorrar dinero en otros programas de la Cámara, por lo cual no será estrictamente una erogación", dijo.
Sesiones: Televisarán plenarios de Diputados y habrá cuentas en las redes sociales masivas.
Fuente:El País
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