Alfredo Pérez Rubalcaba, el hombre clave del gabinete por su prestigio en los sondeos y presunto sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero como líder socialista, es acusado de dos graves irregularidades en relación a contactos con la banda separatista vasca ETA .
El Partido Popular no ha vacilado en pedirle la dimisión como vicepresidente primero del gobierno y ministro del Interior.
Rubalcaba declaró ayer que el ejecutivo actuó correctamente y que las informaciones de ETA son falsas. En una agitada sesión parlamentaria, el vicepresidente y ministro declaró que los populares “utilizan la bazofia de ETA” para atacar al gobierno.
También negó la existencia de conversaciones posteriores al atentado que reventó la tregua el 30 de diciembre de 2006.
La acusación es contra el gobierno socialista cuando ya se está al borde de la campaña electoral para los cruciales comicios municipales y autonómicos del 22 de marzo de este año. La carga es contra Rubalcaba, porque dirigía tanto la represión a ETA como el proceso de tregua con la organización entre los años 2006 y 2007.
En el primer caso, los populares denuncian que durante esas negociaciones, que fracasaron estrepitosamente, se informó a ETA que varios miembros dedicados a la extorsión del llamado “impuesto revolucionario” estaban identificados y se los iba a detener.
Este grave asunto viene dando vueltas desde hace bastante tiempo. El “soplo” evitó al parecer que varios militantes de ETA fueran detenidos en el bar “Faisán” de Irún cuyo propietario es, según versiones, un colaborador de ETA, que fue identificado como Joseba Elosua.
El 4 de mayo de 2006 una persona, se supone que fue un policía, entró en “Faisán” y le entregó un teléfono móvil a Joseba Elosua. Un inspector, José María Ballesteros, admitió ante la justicia haber estado ese día en el bar. Elosua recibió una llamada en el móvil que le advertía de una inminente operación policial.
El episodio quedó grabado por una cámara de las fuerzas de seguridad, pero la cinta fue posteriormente manipulada.
Pero seis semanas después, el 22 de junio de 2006, se realizó la operación contra el grupo de ETA y fueron detenidas catorce personas, entre ellos Joseba Elosua.
Cuando se detuvo a la dirección de ETA que mantuvo la negociación, a su comandante, Francisco Javier López Peña “Thierry”, se le incautaron una serie de “actas” o registros donde se comentaba la operación en “Faisán”.
ETA había declarado una tregua y se negoció un acuerdo que al final entró en vía muerta.
La organización terrorista hizo estallar el 30 de diciembre de 2006 una camioneta bomba que voló la terminal 4 de estacionamientos en el aeropuerto de Barajas. Dos inmigrantes ecuatorianos murieron por la enorme explosión.
Según el gobierno socialista, el proceso de paz fue reventado por ETA. Sin embargo, las “actas” de Thierry registraron tres nuevas reuniones de representantes de la organización y del gobierno. Rubalcaba insiste en que todo es una falsedad.
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