El Estado Vaticano sigue "con atención y participación" todo lo que ocurre en Irán, en relación con el caso de Sakineh Mohammadi Ashtianí", la mujer iraní de 43 años que afronta en su país una sentencia a muerte por lapidación, por un supuesto delito de adulterio, que además los hechos demuestran que no sucedió, porque su esposo ya había fallecido al momento de los hechos
Así lo ha indicado el portavoz vaticano, Federico Lombardi, quien ha subrayado que la posición de la Iglesia contra la pena de muerte es de sobra conocida, al tiempo que ha considerado la lapidación como una de sus formas "más brutales".
La agencia de noticias italiana Adnkronos ha asegurado hoy que el Vaticano ha intervenido en el caso de Sakineh, citando "fuentes fiables" vaticanas.
Sobre este posible llamamiento del Vaticano en favor de Sakineh, Lombardi ha sido cauto y muy diplomático y se ha limitado a señalar que, "cuando se pide a la Santa Sede de forma apropiada que intervenga en cuestiones humanitarias ante autoridades de otros países, como ha sucedido anteriores ocasiones, ésta acostumbra a hacerlo de forma no pública, sino a través de sus propios canales diplomáticos".
El hijo de Sakineh, Sajad Ashtianí, hizo un llamamiento a través de Adnkronos al Gobierno de Italia y al papa Benedicto XVI para que intervengan con el fin de evitar la ejecución de la condena.
Ashianti, de 43 años, fue condenada en 2006 por mantener una "relación ilícita" con dos hombres después de la muerte de su marido y poco después condenada por adulterio y sentenciada a muerte por lapidación.
El pasado 31 de agosto, el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini y la ministra para la Igualdad de Oportunidades, Mara Carfagna, pidieron al Gobierno de Irán "un acto de clemencia" hacia a Ashtiani, al igual que han hecho el resto de países europeos, incluido España.
Gracias a la presión internacional y a la campaña de firmas liderada por freesakineh.org (más de 260.000 firmas) en contra de su lapidación, el pasado 13 de julio de 2010, las autoridades iraníes anunciaron que revisarían la condena.
Amnistía Internacional ha alertado no obstante de que la lapidación puede ser inminente si la atención de la comunidad internacional flaquea.
Las últimas noticias sobre Sakineh, encarcelada desde hace cinco años en la prisión de Tabriz (oeste de Irán), son, de hecho, descorazonadoras.
Su hijo ha lanzado la voz de alarma por una nueva condena de 99 latigazos contra su madre.
Sajad Ashtianí, en una carta enviada a The International Committee Against Execution, organización que combate la pena de muerte en Irán, denuncia que un tribunal ha fallado contra Sakineh por "difundir la corrupción y la indecencia" al mostrar una imagen suya sin velo.
La fotografía fue publicada por el diario británico The Times el pasado 28 de agosto, pero no correspondía a Sakineh sino a la activista política iraní Susan Hejrat. El diario ha reconocido el error.
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