Gazprom, el monopolio exportador de gas de Rusia, ejecutó ayer lunes el ultimátum dado por el jefe del Estado, Dmitri Medvédev y comenzó a recortar sus suministros a Bielorrusia como reacción a la deuda acumulada por Minsk. El 15 de junio Medvédev dio 5 días de plazo a Bielorrusia para pagar la factura del gas atrasada, calculada en 192 millones de dólares (155 millones de euros).
La exigencia fue formulada en público bruscamente después de que el presidente bielorruso Alexandr Lukashenko no ratificara la Unión Aduanera, un proyecto que el Kremlin quiere lanzar el 1 de julio junto con Bielorrusia y Kazajistán.
Particularmente ofendido porque el ultimátum ruso no le fue comunicado personalmente sino anunciado por televisión, el líder bielorruso calificó de "intolerable" la medida y aludiendo a Ucrania (que ha recibido un descuento del 30% en el precio del gas), se quejó de que Moscú reduce los precios del gas a otros países y los aumenta a Bielorrusia. Aludiendo a su condición de aliado embarcado en la construcción de un téorico Estado común, Minsk quiere que Moscú le cobre el gas a precio de mercado interno ruso.
Moscú suministra 45 millones de metros cúbicos de gas diarios a Bielorrusia, país por donde pasa un 20% del gas que Rusia exporta a Europa. La deuda se ha ido acumulando desde enero, porque Bielorrusia ha pagado a Gazprom al precio de 2009 (150 dólares por mil metros cúbicos), en lugar de los precios acordados para 2010, de 169,22 dólares y 184,8 dólares para primero y el segundo semestre, respectivamente.
El jefe del Gobierno ruso, Vladímir Putin, explicó que el recorte de suministros tiene carácter progresivo y ayer equivalía a un 15%. Este porcentaje puede aumentar hasta un 85%. Por su parte, el vicejefe del Gobierno, Igor Sechin, manifestó que Moscú había avisado a la Comisión Europea del peligro de una crisis de suministro debido al conflicto con Bielorrusia.
No está claro qué repercusión tendrá la medida rusa en el suministro de gas a otros países occidentales, pero la situación sería más grave si la crisis ocurriera en la estación invernal, como sucedió en 2006 y 2009 con Ucrania. Gazprom puede aumentar el tránsito vía Ucrania y dispone también de gasoductos propios a través de Bielorrusia.
Ante la reclamación rusa, los bielorrusos afirman que Gazprom les debe 217 millones de dólares por el tránsito del gas. Un portavoz de Gazprom reconocía esta deuda, pero afirmaba que los bielorrusos obstaculizaban su pago.
Alexéi Miller, el director ejecutivo de Gazprom, ha dicho que Bielorrusia tiene dinero para pagar, ya que ha recibido 2.500 millones de dólares a cuenta del 50% de las acciones de Beltransgaz, la compañía responsable de los gasoductos.
En una entrevista con el secretario de Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, Lukashenko insistió ayer en que no se debía permitir que las cuestiones económicas interfirieran en temas de seguridad de interés mutuo y recordó que Bielorrusia es el principal aliado de Rusia en Occidente.
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