Óscar Tabárez dirigió a Uruguay en cuatro eliminatorias (1990, 2010, 2014 y 2018) y en todas clasificó al mundial, y en todos los mundiales pasó, al menos, la serie. Además de los logros deportivos, puso a Uruguay en el centro del discurso futbolístico mundial, motivo de orgullo para muchos. Asimismo, como director de selecciones nacionales logró resultados importantísimos en mundiales juveniles, pero, sobre todo, proyectó jugadores de elite hacia la selección mayor. Tal vez el logro más importante fue que nos acostumbró a creer que se puede y nos hizo muy felices.